El mar Egeo se extiende por el lado sudeste de la Grecia continental. Tiene varias islas, algunas más pequeñas y otras más grandes, que forman los dos archipiélagos principales: las islas del Dodecaneso y las Cícladas. Hoy prepararemos juntos una ruta para un crucero intensivo por las Cícladas.
Esta zona es muy conocida entre los navegantes con más experiencia. Las distancias son más largas (en comparación con la popular Croacia) y las condiciones suelen ser más exigentes. No obstante, te verás recompensado con una travesía fantástica, muchos puertos y embarcaderos grandes y pequeños donde los locales son de lo más amable, precios razonables y montones de lugares históricos y naturales. Puedes recorrer las distintas islas de varias formas diferentes durante tanto tiempo como quieras. Hay algo para todo el mundo. Solo los que buscan marinas grandes y lujosas se llevarán una decepción: aquí no encontrarán ninguna (de momento).
Hemos dividido el viaje en un total de cinco tramos:
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1a etapa: Atenas - Thira (Santorini) (130 mn), domingo-lunes
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2a etapa: Thira - Naxos (40 mn), martes
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3a etapa: Naxos - Mykonos (35 mn), miércoles
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4a etapa: Mykonos - Kythnos (50 mn), jueves
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5a etapa: Kythnos - Alimos (30 mn), viernes
Puedes encontrar un mapa de Google con el itinerario en este enlace.
Nuestro punto de partida será Atenas. Es la capital de Grecia y alberga todo tipo de monumentos y sitios arqueológicos antiguos. Tiene muchos museos e instalaciones culturales, además de una animada vida nocturna, una amplia variedad de zonas para ir de compras y, por último pero no menos importante, ofrece experiencias gastronómicas de lo más diversas. Además, Atenas está de moda, así que encontrarás gente de todas partes, sobre todo jóvenes europeos, aunque también del resto del mundo. Por tanto, a la hora de planificar la ruta, ten en cuenta que la visita a esta ciudad histórica podría alargarse más de lo previsto.
Atenas también dispone de una gran selección de barcos de alquiler. Los barcos suelen estar en buenas condiciones y bien equipados. Hay varias marinas alrededor de la ciudad. Lo más habitual es salir del puerto de Alimos, situado al suroeste del centro urbano. Aunque no sea muy lujoso, es un buen sitio para utilizar como base.
Se puede acceder a esta zona prácticamente durante todo el año, siendo lo más habitual hacerlo de marzo a noviembre. En nuestra experiencia, el otoño es la mejor época. El agua es lo suficientemente cálida para darse un baño, la temperatura durante el día es aceptable, las condiciones del viento son favorables y hay relativamente pocos turistas tanto en alta mar como en tierra firme.
1a etapa del crucero: Atenas - Thira (Santorini) (130 mn), domingo-lunes
Nuestro viaje empezará a todo trapo. La primera etapa abarca 130 mn. Según las condiciones climáticas de ese día, pasaremos unas 24 horas en el mar. Dedicaremos el sábado a recoger el barco, embarcar la tripulación y hacernos con suministros para todo el crucero. Por la noche, nos iremos a la cama temprano, pues el largo viaje nos habrá dejado agotados. Por la mañana, nos levantaremos y dejaremos el puerto alrededor de las 6 a.m. No está de más organizar patrullas de vigilancia. El primer día puede ser complicado.
El crucero nos llevará primero por la costa hacia el sudeste, en dirección al gigantesco puerto de Pireo, situado al noroeste de Atenas. Tras unas 30 millas, pasaremos por la isla de St. Agios Georgios, cubierta día y noche por el “bosque” procedente de un enorme parque eólico situado en las inmediaciones. El estrecho entre Kimolos y Milos nos servirá como punto de referencia.
Milos, la que está más al sur, es una de las dos islas volcánicas de las Cícladas (la otra es Thira/Santorini). Tres de las otras rodean la placa tectónica del Egeo y los trozos de placa africana que hay debajo y que provienen del sur, que causan actividad volcánica y terremotos en esta zona (al oeste hasta Creta, al este hasta Nysir y más allá hasta Turquía).
Si todo va según lo previsto, llegaremos al estrecho de día. Buscaremos un buen fondeadero (por ejemplo, cerca del pueblo de Voudia), y podremos cocinar, cenar tranquilamente y relajarnos un rato antes de volver a ponernos en marcha. Sin embargo, no podemos entretenernos demasiado: zarparemos en plena noche con el estómago lleno rumbo a Santorini.
Probablemente lleguemos a la última fase de esta etapa a primera hora de la mañana del lunes. Santorini, también conocida como isla de Thira, es el resultado de una erupción volcánica espectacular que tuvo lugar hace 3600 años. Es considerada una de las erupciones volcánicas más importantes de la historia. El cráter, que está parcialmente inundado, tiene forma de anillo partido por dos lados y otra pequeña isla inhabitada en el medio. Santorini es un destino turístico muy conocido. Tiene su propio aeropuerto internacional y, en temporada alta, estará plagado de turistas.
Con un poco de suerte, podremos amarrar el barco justo en la antigua marina de la parte interior este. Cuando queramos ir a ver la capital, tendremos que recorrer el camino que va hacia arriba, donde el viento sopla con fuerza. Si no te apetece andar, puedes alquilar un burro o pagar para subir al teleférico. Las vistas de la piscina interior de la isla con una isleta en el medio que se ven desde el margen superior del acantilado quitan la respiración. Al pasear por la ciudad te vendrán a la cabeza las clásicas imágenes que has visto en todas las guías y libros de viajes sobre Grecia. Iglesias con tejados abovedados pintados de azul, montones de casas blancas, el cielo azul y el mar. Quizá suene cursi, pero sigue siendo bonito…
Dedicaremos casi todo el día a recorrer la ciudad y por la noche haremos un corto trayecto en barco desde el puerto antiguo al embarcadero de la costa este de la isla central. Durante el día, los turistas llegan en lancha desde la isla principal, pero por la noche hay paz y se puede amarrar en el muelle de cemento sin problemas. Si todavía te queda energía, puedes dar una vuelta por la isla siguiendo todo un entramado de caminos y observar varios fenómenos post-volcánicos típicos: gases calientes (a menudo con un fuerte olor a azufre) y vapor, fuentes termales y otras formaciones de lava que merece la pena ver.
2a etapa del crucero: Thira - Naxos (40 mn), martes
Esta mañana tenemos que madrugar. No porque tengamos una gran distancia que recorrer, sino para dejar el puerto antes de que empiecen a llegar barcos cargados de turistas. Navegamos desde la piscina interior del cráter a través del estrecho norte. Nos dirigimos hacia la isla de Naxos, que está al norte de nuestra posición. Por el camino, pasaremos por Ios: según la dirección del viento de ese día, la rodearemos por la izquierda o por la derecha.
En las islas griegas tenemos que tener mucho cuidado con las anomalías en lo que respecta al viento porque están a una altura relativamente elevada y a veces incluso sobre pronunciadas colinas. En la parte trasera se acumula un rastro de viento bastante fuerte y corrientes de aire turbulentas, mientras que el viento contrario suele proceder de la parte de sotavento de la isla. Si te acercas demasiado a la costa de sotavento corres el riesgo de que un viento repentino te arrastre hasta los altos acantilados. No podrás librarte de una situación así sin la ayuda de un motor. El fuerte zumbido de la melusina remata acústicamente el tema del acantilado, en el que cobran vida las leyendas y los mitos antiguos sobre sirenas…
Desembarcaremos en Nax, en el puerto de la capital, que se llama igual, e iremos a pie a visitar el cercano complejo de un templo dedicado en la antigüedad al dios Apolo. Fue construido en una pequeña península conectada a la ciudad por un paso estrecho.
Pasearemos por una cómoda calle adoquinada que nos conducirá en pocos minutos hasta los restos del templo, parcialmente reconstruido en tiempos modernos. A lo lejos se ve una estructura erguida apoyada en un par de las columnas originales, lo que da una idea aproximada del tamaño real que debía tener el edificio completo. Es una zona con unas vistas muy románticas y un lugar con un encanto especial para practicar meditación.
Oportunamente, en esta ciudad podemos comprar provisiones de productos frescos, además de cenar bien en una de las tabernas locales. Si optas por un plato griego tradicional y un vino local, no te equivocarás.
3a etapa del crucero: Naxos - Mykonos (35 mn), miércoles
Esta mañana no hace falta correr, nos lo podemos tomar con calma. El puerto ofrece una buena oportunidad para practicar el amarre al estilo local: la parte trasera va hacia el muelle y se lanza el ancla desde la punta (método que sustituye los amarres típicos de Croacia). Los que no lo hayan hecho nunca tendrán que practicar un poco para coordinarlo todo correctamente. Al bajar el ancla, asegúrate de mantener la distancia adecuada respecto al muelle (lo suficientemente lejos para que ancle bien, pero lo suficientemente cerca para que llegue la cadena), y a los otros barcos y sus anclas. Si no se va con cuidado, las cadenas del ancla tienden a cruzarse y, al intentar sacarla, no sacaremos solo la nuestra sino también el ancla del barco de al lado…
Cuando hayamos practicado lo suficiente, iremos al norte hacia Mykonos. Nos dirigiremos al faro de la pequeña isla que hay al sur de la entrada, hacia el estrecho que recorre la costa occidental de Mykonos. La isla que quedará a nuestra izquierda se llama Delos y desempeñó un papel fundamental en la mitología griega, que la considera un refugio sagrado y el lugar de nacimiento de los dioses Apolo y Artemisa. Alberga un complejo arqueológico enorme que incluye un museo. Sin embargo, dejaremos la visita para más adelante y seguiremos avanzando por el estrecho hasta llegar a la nueva marina situada al norte de la capital de Mykonos (es conveniente reservar sitio por teléfono con al menos un día de antelación).
Después de anclar, daremos una vuelta por la ciudad antigua. El ferry local nos ahorrará una buena caminata (los locales lo llaman “autobús marítimo”). Va del puerto nuevo al viejo hasta bien entrada la noche. Los barcos de cruceros grandes suelen amarrar delante del puerto, dejando en la ciudad centenares de turistas. Si tienes suerte, todavía no habrá llegado ninguno y podrás explorar todos los rincones del casco antiguo con tranquilidad. Es un lugar lleno de tiendas, restaurantes y otros servicios turísticos. Pero a pesar del bullicio, pasear por el centro urbano resulta muy agradable, por lo que merece la pena ir hasta allí.
4a estapa del crucero: Mykonos - Kythnos (50 mn), jueves
Cuando dejemos Mykonos, pondremos rumbo al oeste. Navegaremos desde el norte rodeando Syros, la isla más popular de las Cícladas. Al llegar a la parte norte de la isla de Kythnos, giraremos hacia el suroeste siguiendo la costa. Después de unas cuantas millas navegando, llegaremos a la entrada de Kolona Bay. En el extremo norte encontraremos un gran embarcadero con una profundidad perfecta de unos cinco metros. Anclaremos y utilizaremos el bote para acercarnos a la playa, donde nos podremos relajar después del largo viaje. A pocos pasos de la línea de mar, hay un pequeño lago natural creado por una fuente hidrotérmica. El agua tiene una temperatura ideal de unos 38 grados. No obstante, es poco profundo —caben 2 o 3 personas—, así que tendréis que hacer turnos. Los que pasan mucho calor (dependiendo de en qué estación del año viajéis) podrán refrescarse cómodamente dándose un chapuzón en la cala.
Haremos una breve excursión hacia el este siguiendo la costa. Después de medio kilómetro, llegamos a un paso de arena estrecho que cierra toda la bahía separándola de la parte principal, que está abierta al mar un poco más al sur. En la pendiente formada por este “puente de tierra” hay un pequeño bar con terraza donde podemos tomar algo mientras disfrutamos de las vistas de este milagro natural. Si queréis andar un poco más, podéis cruzar el camino y visitar la pequeña iglesia que hay al otro lado. Después de darnos una ducha, nos relajaremos en cubierta para recuperarnos del cansancio que habremos acumulado durante el día recorriendo este “jacuzzi” natural.
5a etapa del crucero: Kythnos - Alimos (30 mn), viernes
Por la mañana, si hace buen tiempo nadaremos en la bahía, y después de desayunar daremos comienzo a la última etapa de nuestro crucero de vuelta a Atenas. Nos dirigiremos hacia el noroeste, al cabo Sounion. Desde la distancia, veremos un templo antiguo consagrado al dios Poseidón. Antiguamente, los marineros se reunían aquí antes de una expedición larga para suplicar a los dioses que les permitieran regresar sanos y salvos, y para pedirles vientos favorables. En la bahía, bajo el templo, encontraremos un fondeadero excelente; utilizaremos el bote para llegar a la playa que hay cerca de un pequeño hotel. Desde aquí, solo se tardan unos minutos en subir hasta la entrada del complejo del templo, que es un monumento arqueológico de vital importancia. También podemos hablarle a Poseidón y agradecerle que nuestro barco haya podido navegar en calma por sus aguas.
Tras regresar al barco, sacaremos el ancla y pondremos rumbo hacia la marina de Alimos, a donde tendremos que llegar por la tarde para ocuparnos de todo lo relacionado con la devolución del barco y su comprobación.
Hemos navegado un total de unas 330 mn en una semana y pasado al menos una noche en alta mar. Hemos visitado lugares y monumentos famosos, y disfrutado de calas y fondeaderos remotos. Seguro que a cualquiera a quien le atraiga la idea de navegar por Grecia se quedará con ganas de volver y descubrir nuevos y hermosos rincones.
A los que no les apetezca hacer un viaje de unas características tan exigentes por su cuenta quizá les interesen los cruceros por Grecia que organiza cada año el sitio web seatime.cz. Disfrutarás de un recorrido en barco de la mano de capitanes expertos sin tener que preocuparte de nada.